El producto lo muestran sin pudor pues rezuma frescura y calidad por todos los costados. Y aunque había muy buen pescado y carne, nos prepararon un menú muy sugerente.
Empezamos con una muy bien ejecutada crema de calabaza de temporada
Seguimos con unes coques de dacsa de atún fresco. Y un poco de raya rebozada. Sublime.
Nos hicieron un plato especial "borreta". Es un guiso típico de la zona pero en exclusiva se hace dentro del hogar. Admite variantes como bacalao o añadir huevo, pero este con melva o atún salado estaba de rechupete y no es más que sofreir cebolla, patatas, pimentón y el atún... producto básico pero un sabor que es muy dicícil de igualar en cocinas modernas...
Un excelente calamar de playa perfecto de sabor y ternura... otra vez calidad máxima y manos profesionales...
Aquí aprovechando las características de los hornos nos sirvieron también unas alcachofas. Vaya deleite ni la foto puede explicar lo excelso del producto y la elaboración...
Cuando ya casi no podíamos más nos acordamos que faltaba el arroz... Madre mía una fuente enorme de excelente arroz con mucha carne de cerdo, con mucha patas y embutido, pero nada pesado ni grasoso. La prueba es que no quedó ni un grano. Otra vez la conjunción del excelente horno con la materia y al cocinera...
Una degustación de correctos postres caseros. Me gustó mucho la tarta de queso.
Petit fours y un gin de G Vine mientras hablábamos con el gerente y su excelente fichaje en cocina...
PD: Los vinos que acompañaron el ágape fueron un Petit Verdot de pago del Vicario 2007, rico pero a ver cuando empezamos a probar el 2008. Un Durius reserva syrah y un Conde de San Cristóbal 2005. Todos muy ricos y servidos en copas adecuadas...