sábado, 5 de abril de 2008

Bodega y Restaurante Pago del Vicario...

"Pago del Vicario es un proyecto vitivinícola donde la tecnología esta puesta al servicio de la naturaleza. Está pensado desde una perspectiva integral e integradora, desde el propio diseño de su bodega, un catalejo de 7 cuerpos, como las 7 etapas que tiene la elaboración del vino. Integrado en su propio ecosistema, donde el acero, el cemento y la madera se funden en formas vanguardistas, pero integrando la sabiduría popular, porque en su interior perviven armoniosamente las maquinarias e instrumentos de vinificación mas modernas, y las técnicas enológicas mas científicas, con las practicas bodegueras mas tradicionales, su sofisticada línea de envasado con las cavas subterráneas.

Hasta el tratamiento de su propio viñedo, unas 130 hectáreas, situadas a unos 600 m. de altitud y distribuidas en pequeñas parcelas para facilitar el cuidado y tratamiento individualizado de las mismas en función de sus particulares características. Tempranillo, Garnacha, Merlot, Syrah, Cabernet Sauvignon y Petit Verdot para los tintos y Sauvignon Blanc y Chardonnay para los blancos. "









"Fundada en el año 2000 por los hermanos Antonio e Ignacio Barco Fernández, empresarios cuya familia hunde sus raíces en la viticultura castellano manchega, deciden retomar este noble oficio, bautizando la bodega con el nombre de Pago del Vicario en honor a uno de sus antepasados, vicario de la Diócesis y poseedor de parte de estos terrenos, conocidos desde antaño con el nombre de "Finca del Vicario". Una iniciativa, esta, cargada de riesgo y aventura, pero también de imaginación y sobre todo de amor y pasión por los vinos, como el que poseen Ignacio y Antonio. Así, con la añada de 2002, su primer vino, cumplieron parte de sus sueños."

















Pasamos un día en su maravilloso hotel de 4 estrellas, todo nuevo pero con algunos problemas de asentamiento de obra tales como finalizar algunas partes de pintura, algunas humedades etc...

Además de realizar una visita a la bodega, muy pulcra por cierto, también habíamos reservado mesa para probar lo que es el restaurante. Desde luego por las críticas que habíamos leído teníamos bastante interés y desde luego las expectativas se cumplieron. Nos sirvieron el menú largo maridado que por unos 50€ con visita a la bodega, cata de vinos y quesos, y comida maridada tiene una excelente RCP. Después de ver lo que comimos.

Empezamos con un aperitívo que era una morcilla con crema de pimientos y plátano frito. Plato consistente pero acertado, maridado con el blanco Talva.




Seguimos con Salmón y anguila (cazón) con pimientos asados. Perfecto el punto del salmón y del cazón.



Luego "carpaccio" de langostino con una crema de verduras. Eran unos perfectos langostinos. Maridados con uno de los mejores vinos de la casa. El rosado Petit Verdot. Buenísimo y eso que aún era un 2006.



Luego una ensalada de bacalao rotunda y refrescante con teja de parmesano maridada con el vino Penta.



Acabamos con un carré de cordero muy, muy, muy bueno y maridado con el 50-50.



De postre era una mousse de chocolate con praliné de avellanas y un merlot dulce 2004.




Desde luego muy buen día y buena comida.