sábado, 12 de enero de 2008

2º Día de viaje por la Toscana...

Como os comentaba ayer hoy hemos decidido ir hacia el Norte. A 14 Km de Rosia en la Sovicille, está Siena. Rodeada por plantaciones de olivos y de vinos de el Chianti, es una de las ciudades mas hermosas de la Toscana. Establecida entre las colinas, la ciudad es recorrida por amplias avenidas y estrechas callejuelas que conducen al corazón de la ciudad. La Piazza il Campo que se levanta en el corazón de la ciudad y la Catedral de Santa Maria de la Scala que sirve como referencia al famoso Palio, además del imponente Duomo, el Battisterio y cualquier callejuela por la que os perdais por la ciudad; en la que podréis apreciar como la gente de la Toscana cuida el mínimo detalle. Eso y el ver que hay mucha gente dedicada a oficios como tapiceros, ebanistas especializados en restaurar muebles antiguos, ceramistas etc. Todos ellos dedicados a preservar lo antiguo, como con miedo a que se pueda perder esa parte de la historia que para ellos es tan importante.













Después de pasar la mañana por siena y probar varios dulces típicos como el panforte y uno que se llama ricciarelli y que es como un mazapán de almendra con una almendra marcona por dentro, nos hemos dirigido a comer a Coll Vall d'Elsa que está cerca de Siena y tiene muchos y buenos restaurantes. La pena es que estaban cerrados por vacaciones, incluso el Arnolfo que es uno de los mejores restaurantes de Italia. De todas formas es una ciudad muy bella y digna de hacer un alto en el camino para visitar sus calles.

Dado que nos dirigiamos a Volterra y ya eran las 14:15, y por la zona la cocina cierra a las 15.00 paramos a comer en un restaurante entre Coll Vall d'Elsa y Volterra que se llama "Tre archi", donde nos prepararon una comida más que correcta y que consistió en 2 platos de antipasto, unos raviolis con crema de tartufo e funghi, una bisteca a la toscana con patatas, y un tiramisú. Aquí probamos uno de los vinos más interesantes de todo el viaje. Una bodega nueva de Volterra que está haciendo cosas muy interesantes. Vino de corte moderno con muy buena madera, y mucha fruta. Además esta edición era una Selección Privada y la verdad es que nos gustó poder probar un gran vino de una bodega situada a escasos 10 Km del restaurante, pues maridaba muy bien con la comida tomada.













Al finalizar el ágape nos pusimos camino hacia Volterra (la ciudad del viento y de los cantos rodados). La fortaleza es impresionante, pero lo que realmente hay que hacer en Volterra es perderse.Es como un viaje en el tiempo hacia los siglos XII y XIII y poder observar como el tiempo se ha parado en la Piazza del Priori, la Piazza San Giovanni, la Catedral (S.XII), la Porta all’Arco (S.IV a.C). y tantos y tantos rincones que hacen a Volterra una de las agradables sorpresas de este periplo por la Toscana. A Volterra la llamaban la ciudad que cambiaba de color pues es donde se trabajaba y aún se trabaja el alabastro.







De camino a Siena pasamos por San Gimigniano que está muy cerca de Volterra. Es uno de los lugares que más visitas recibe en la Toscana. Por suerte estos días no hay casi ningún turista. Desde luego se agradece pues la mitad de estos lugares y sobre todo en épocas estivales está invadido de autobuses y de más gente que viaja con lo que al final todo se convierte en un intentar encontrar un lugar donde poner la cámara para que salgan los menos espontáneos posible. San Gimigniano la llaman el Manhattan de la Toscana pues cuenta una leyenda que tenía muchas torres y muy altas, algunas de las cuales aún están en perfecto estado( hasta setenta torres tuvo alguna vez, de las que hoy quedan únicamente catorce). Es uno de los pueblos más bonitos. A mí me gustó mucho, tanto como Montepulciano, Volterra y Luca. Tiene un montón de callejuelas con muchos comercios dedicado a adquirir bonitos recuerdos de la estancia. El lugar conserva el encanto de una urbe medieval, cercada por sus viejas murallas y en torno a las calles de San Giovanni y San Matteo, que la cruzan longitudinalmente. También posee innumerablez plazas Duomo, Colegiata, Poppolo. Desde luego hay que visitarlo, aunque supongo que en verano será un poco farragoso con tanta gente. Desde luego en Enero es un lujo ir por estas ciudades pues es cuando más tranquilas están por lo que impresiona mucho más.

Además San Gimigniano destaca por ser una zona vitivinícola importante, como toda la Toscana, pero este en especial se encuentra rodeado de campos de vides, y también de olivos.






Bastante cansados ya, cenamos en Rosia. En un restaurante que nos sugirieron en la residencia y que al parecer hacían unas de las mejores pizzas de la región. Razón no les faltaba, y pudimos ver en directo el truco. Aquí hacen la pizza al momento pero para que cuando hay un exceso de trabajo no se resienta ni la calidad ni el servicio tenían una curiosa máquina (seguro que para mi ignorancia la hay en todas partes) que yo no había visto antes y que hace que el resultado final sea de casi un 10. Lo que hacen es tener las masas levando, y según las necesitan las pasan por una maquina que tiene unos rodillos en vertical y que de una bola saca la pizza. Recien hecha se pone al horno con buenos ingredientes y voilá, este es el resultado. Unas gigantes pizzas buenísimas como hacía tiempo no probabamos. Una calzone rellena (aquí ponen el tomate por fuera y después, para que no quede acuosa por dentro) y una pizza que aquí llaman de otra forma porque va sin pomodoro (sin tomate) y que además primero se hornea y luego se ponen los ingredientes ya hecha y que yo pedí de rúcola y bresaola con parmesano. Para acompañar un Chianti Clásico buenisimo Castello di Ama. (En breve pondré una reseña comentando todos lo vinos probados de una forma más extensa).




3 comentarios:

Blog De Vinis dijo...

No voy a abundar en el asunto, pero a cada entrada que leo mayor mala "leche" me entra!!! Hay pocas cosas tan bonitas y atractivas como visitar zonas como la Toscana absolutamente fuera de cualquier temporada. Tranquilidad, belleza, atención absoluta, poco jaleo y todo a tu disposición. Magníficos reportages, mejor experiencia, sin duda.
Felicitaciones y a seguir disfrutando!!!
Joan

Vins i més dijo...

Cuanta razón tienes amigo Joan. Lo más impresionante de todo fue que casi todos los lugares estaban semi desiertos, por lo que te metías dentro de la historia de los lugares con una facilidad mayor.

Anónimo dijo...

hola, en septiembre voy de viaje a la toscana, somos unos enamorados del vino, que zonas, bodegas y rutas me podeis recomendar.